Michonne lee el pensamiento

Michonne mira a un hombre que pinta un cuadro.
Michone sabe que esa persona desea pensar lo que piensa una mujer que esta en la cama, dormida.
Y también sabe que el pintor quiere hablar lo que habla la dormida, y sentir lo que siente la dormida, y penetrar por último en ese misterioso santuario en donde a veces se refugia el alma de la dormida, cuyo umbral no puede ser traspasado.

Los amiguitos de Michonne

Un halcón peregrino vigila de cerca a Michonne.
Salir al balcón hace imán. El halcón quiere matarla.
Michonne rasguña vidrio para ver el movimiento. Una fábula con final incierto.

Cagaron a tiros a Michonne

Esa maldita costumbre de saltar hasta la encimera. 

Hoy recibió un disparo en todo el cuerpo. Mas bien una ráfaga no identificada. 

Se lambió y volvió a intentarlo.

Michonne estira con los dientes el objeto

Fuimos a comprar tela para un cojín para Michonne. Mas bien diríamos que será un pad donde ella hará base. Una plataforma-peluche.

Ahora suena la maquina de coser desde la cocina mientras Michonne y Yo leemos Pierre Menard.

Lo chupa, lo agarra con las patas de atrás, le da traca traca traca.

Michonne no envejece

Hay bolsillos y dolor de garganta. La cicatriz de Michonne desapareció. 

El túnel susurrante produjo alivio en los nervios. 

Mientras a Massa le dan la bienvenida en La Matanza, Michonne corre al ver los hilos de tejer. Todo ocurre al mismo tiempo, en un continuo. 

La rata

Todavía no ha sido entregada la rata de Ikea. Michonne desplumo a su juguete anterior. 

El paraíso vedado de Michonne

¿Michonne ingirió amianto? Es muy difícil responder esta pregunta. No hay vivisección programada para lo que queda de semana.
Michonne arrebusca debajo de la cocina industrial. Muerde flexibles de cobre.
Esta mañana hallaron un colmillo ensangrentado de Michonne en el futón del salon.